Me gustaría empezar por algo que no motiva en absoluto a los jóvenes: Ir al instituto. La gente joven tiene hoy más entretenimientos que nunca y esto hace que la balanza a la hora de motivarse, se incline con mucho peso hacia los Tik Tok, Youtube, Minecraft, Fortnite, etc.
Es urgente que el Sistema Educativo se renueve, por este y otros muchos motivos. Los niños están cansados de memorizar datos que al final apenas saben utilizar. Sería mucho mejor que esa cantidad de tiempo que pierden memorizando, la utilizaran en aprender a pensar y a saber qué hacer con los datos, porque los datos, amigos, ya los tienen en su bolsillo y en tiempo real.
El profesor tiene que verse como la figura que mentoriza a los alumnos y no el que castiga o suspende o califica con una nota numérica en un examen. Tengo el caso de profesores muy cercanos a mí que están totalmente de acuerdo con ello y la verdad, algunos se sienten hasta liberados de tener que exigir a sus alumnos grandes dotes de memoria para poder aprobar.
Por tanto, ¿qué cosas motivan a los jóvenes en 2020? El ser humano es curioso por naturaleza y disfruta aprendiendo a ser mejores en lo que les gusta. Por eso los videojuegos y los deportes tienen tanto éxito, porque si somos mejores tendremos mejores resultados y eso nos hará ganar. No quiero enfocar la motivación de los jóvenes a un asunto más competitivo, pero es evidente que en estos ámbitos no necesitan una motivación extra…
Ahora sí, voy a hablar de lo que mejor conozco: La Educación Financiera en los Jóvenes. Si hablo de motivación, no hay comparación posible con las enseñanzas regladas. Si hablo de satisfacción personal con lo aprendido, tampoco podemos comparar. Si me fijo en el brillo de sus ojos cuando ponen en marcha sus proyectos y tienen sus primeros resultados económicos… ¿Eso pasa en el instituto? Puede ser, aunque no me imagino a los niños disfrutando mientras analizan sintácticamente una oración. Ojo, no digo que no sea importante en su educación, no seré yo quien juzgue eso, solo digo que yo jamás lo he vuelto a utilizar. ¡Qué bonita sería una educación más centrada en el alumno particular y no tanto en un sistema! Y esto está al alcance del sistema educativo, haciendo algunos cambios, porque la tecnología nos puede ayudar mucho con ello.
Solo 3 frases de mis alumnos en la última semana:
– Profe, anoche me acosté a las 2 de la mañana viendo los tutoriales que nos pasaste, no podía parar, ¡estoy aprendiendo mucho!
– He conseguido mi tercera venta y Amazon me ha activado la cuenta, ¡ya puedo utilizar las API’s!
– Alex, hemos hablado con unos compañeros y nos gustaría dar dos clases a la semana en vez de una, ¿puede ser?
Un recordatorio, mis clases son de Educación Financiera, Crecimiento personal y tecnología, mucha tecnología, el idioma que mejor entienden los chicos… Eso sí, antes de nada, descubrimos cuál es el talento de cada uno de ellos. Y eso significa que trabajarán proyectos que les apasionan. Y ahí está la clave: la pasión.
No soy tan ambicioso como para pretender cambiar el sistema educativo, pero sí soy lo suficiente como para querer dejar huella entre mis alumnos, y por ahora lo estoy consiguiendo. Yo también hago lo que me apasiona, y lo disfruto día a día.
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